Conclusiones
Buenas tardes señores del Tribunal, el día de hoy es un día trascendental para mi familia, para mí y lo sería para Fernando García, ya que con base a las conclusiones emitidas ante esta judicatura, y a los medios de prueba aportados y analizados, ustedes dictarán sentencia sobre la responsabilidad de los hoy sindicados.Si Fernando García pudiese estar presente el día de hoy, seguramente hubiese identificado a los sindicados como los responsables de su detención ilegal y desaparición forzada, podría indicar que el día 18 de febrero de 1984 había acordado junto con Danilo Chinchilla sostener una reunión en horas de la mañana con Lucrecia Molina Theisen, la cual se desarrollaría a inmediaciones del mercado del guarda, el cual se encuentra ubicado en la zona 11, cerca del Trébol, misma que no pudo ser desarrollada.
Esto en virtud de que ambos fueron ilegalmente detenidos, tal y como lo indica Danilo Chinchilla en su grabación, él también indica que junto con Fernando García la policía los detiene en una forma prepotente y con total abuso de autoridad, profiriéndoles golpes, insultándolos y humillándolos por ser supuestamente comunistas……acaso habrán olvidado las autoridades que la policía es un ente del Estado que vela por el bienestar de los ciudadanos y no por su vejámenes.
Fernando García era un ciudadano más de este país, quién al igual que todos merecía el respeto y la atención de los órganos de seguridad del Estado. Fernando García no era un delincuente, un sicópata, asesino o terrorista, ….todo lo contrario….Fernando García era un ser humano más lleno de sueños y aspiraciones para su vida y su familia, era un hombre con todo un futuro por delante, era alguien que aspiraba a ser profesional y ejercer como cualquier otra persona, soñaba con envejecer junto a su familia, poder compartir con sus hermanos bromas, risas y tristezas, …en conclusión Fernando García era una persona maravillosa y además era mi papá.
Yo me pregunto, cuál era el delito que mi papá estaba cometiendo para que le permitiese a los hoy sindicados abrogarse el derecho de decidir sobre la vida y el destino de mi papá, acaso ellos tenían el derecho de de cambiar por completo el destino de mi familia.
Fernando García no estaba cometiendo ningún delito el día de su desaparición, …pensar distinto no es un delitos, creer en cosas diferentes a los demás, y no estar de acuerdo en todo lo que vemos y escuchamos, es un derecho, …es nuestro derecho de libre pensamiento…..que sería una sociedad si no pudiésemos opinar nuestros pareceres.
Desde que somos niños se nos enseña a creer en nuestras ideas y luchar por ellas, es acaso esto un delito????
Fernando García y miles de desaparecidos más creían en una Guatemala distinta, mejor para nosotros, acaso no es esto lo que anhelamos todos.
Fernando García era un hombre sencillo y de convicciones claras, creía en que si cada uno de nosotros poníamos nuestro granito de arena podríamos hacer de Guatemala un mejor país.
No tengo palabras para describir lo difícil que fue para mi mamá explicarle a una niña que su padre desapareció, y que no se sabe si vive o ha muerto, si regresará a casa o no. Esas cosas no son fáciles de explicar y mucho menos de entender para una niña que se quedó sin su papá al año nueve meses, y que además preguntaba a cada instante por él.
No pretendo venganza, tampoco lo haría mi papá, pero si busco la verdad, quiero saber a donde lo llevaron, quiero saber porque no lo llevaron con un juez competente, quien dio esas órdenes, quiero saber donde dejaron a mi papá y a quién se lo entregaron, yo quiero saber que pasó con él. Mi corazón no puede descansar y estar tranquilo sin la verdad, por dura que sea, la verdad siempre sana el alma.
Si es que mi papá ha muerto, él merece ser enterrado con el ser humano amado que fue y que aún lo es, su nombre merece dignidad, no era una rata de alcantarilla que no importa si vive o muere, era un ser humano.
Si bien es cierto que Fernando García no puede estar presente, estoy yo, que soy su hija y me he convertido en su voz cantante para clamar justicia por él, y lo haré hasta el día que pueda volverlo a ver, vivo o muerto.
Muchas gracias.
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