Desde el momento en que Álvaro Colom asume como presidente de la República fue palpable su acercamiento a las fuerzas armadas y su desprecio por las fuerzas de seguridad civiles. Las primeras gozaron de un presupuesto sustancioso, en tanto que los otros sufrieron menoscabo permanente, al haber sido víctimas de transferencias encaminadas a fortalecer los programas sociales que eran dirigidos por la actual candidata oficial[1]. La Policía Nacional Civil sufrió reducción del 27% en su presupuesto durante los primeros tres años de gestión gubernamental.
Álvaro Colom asistió a la casi totalidad de ceremonias y desfiles militares, olvidando y marginando a la PNC, violando de esa forma el contenido de los acuerdos de paz, pero también olvidando el grave daño que las fuerzas armadas le causaron a la sociedad civil guatemalteca.
No debe olvidarse que el ejército fue responsable de al menos 1,115 masacres, la muerte de 150 mil personas y la desaparición forzada y tortura de al menos 45 mil personas más.
El mismo presidente es familiar de una víctima del terrorismo de Estado. Pero parece que carece de memoria o simplemente por conveniencia prefiere estar cerca de una institución que en la actualidad continúa protegiendo a los responsables de violaciones a los derechos humanos.
El ejército continúa siendo una institución que no ha salido del ostracismo, continúa con la misma mentalidad de buscar garantizar la impunidad y si no se le controla, en cualquier momento puede volver a iniciar un periodo de oscuridad como el que protagonizó recientemente.
Lo más vergonzoso, es que Colom ha ofrecido incrementar el presupuesto militar, al establecer que el 0.33% del PIB dejará de ser el máximo que el ejército puede recibir como presupuesto. A partir de ahora este 0.33% deja de ser un techo y se convierte en un piso. Esto significa que los militares tienen abierta la puerta para volver a abusar como ya lo hicieron en el pasado[2].
[1] Vea informe de trasparencia presupuestaria del GAM.
[2] Y no solo en el pasado, ya que de acuerdo con señalamientos del mismo Ministerio Publico, la masacre que se sufriese hace menos de un mes en El Petén se han visto involucrados ex Kaibiles.
El argumento presidencial, es que es necesario contar con una fuerza de seguridad que pueda contrarrestar el clima de violencia e inseguridad. Pero debemos recordarle al Presidente, que la Policía Nacional Civil fue creada para eso y que por lo tanto es urgente y necesario que se cubran las necesidades de la misma. Entonces quien debiera ser fortalecida es la PNC y no el tanto ejército que no ha sufrido ningún proceso de transición como el que ya tuvo la PNC.
Además debemos recordar que hace pocos años algunos oficiales de las fuerzas armadas, encabezados por el mismo ministro de la defensa protagonizaron uno de los peores actos de corrupción conocidos, en que robaron varios cientos de millones de quetzales y que hoy gracias a la impunidad gozan de libertad absueltos por la poca transparencia de un par de juezas.
El daño que Colom le hace a la democracia puede ser grande. Ojalá no se convierta esta media en la causa que provoque un nuevo militarismo, en el que nuevamente población civil empiece a sufrir de los abusos de muchos oficiales del ejército.
El Grupo de Apoyo Mutuo continuará fiscalizando el presupuesto, para garantizar que no se repitan los robos y abusos que muchos oficiales protagonizaron hace tan solo dos gobiernos.
Guatemala 7 de Julio de 2011
Grupo de Apoyo Mutuo -GAM-, 27 años de lucha en busqueda de justicia y defensa de los Derechos Humanos
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